miércoles, diciembre 27, 2006

UMMMM…..VACACIONES

Esa palabra “vacaciones” es definitivamente mágica. En mi caso, cuando estoy en la universidad y sé que está cerca ese periodo de tiempo en que no tengo que pensar en trabajos académicos, discusiones en grupo, profesores charlatanes, el sol, el centro, el transporte público todas las mañanas etc. Esa palabra es realmente esperanzadora y me genera unos niveles de flojera impresionantes.

Mis baterías empiezan a descargarse más rápido pero inversamente proporcional a mi bajo ánimo aumentan las ganas de nuestros queridos y siempre adorados profesores de poner GRANDES trabajos finales y de embutirte todo lo que no te dieron en el semestre, entonces ¿qué haces? ¡Toca hacerlos porque qué más!…y en esos instantes la palabra vacaciones toma un nuevo sentido. Con tal de salir rápido de ese caos universitario, piensas en esa palabra, es decir, en ese futuro próximo, y ¡uyyy fuera flojera, fuera bajas energías y a trabajar se dijo con tal de disminuir la distancia entre el caos presente y el orden futuro!

O.K ya llegaron las vacaciones. Maravilloso. Las primeras semanas pues uno se dedica a dormir, a ver TV, a dormir, a dormir y bueno, otras cosas. Luego empiezas a pensar en planes y sí… puedes que salgas a rumbear, a cine, a playa, a comer, a comprar pero llega un momento, en el caso del cartagenero, estrato medio bajo (porque les recuerdo que soy de Cartagena y por tanto hablo de mi ambiente próximo) y si es joven, sin trabajo, dependiente de los papás pues la cosa se complica porque no hay plata y los planes, específicamente en las vacaciones de diciembre, salen increíblemente caros.

Hablándoles más personalmente, estoy cansada de visitar los mismos centros comerciales una y otra vez; de ver películas malísimas y de arrepentirme por haber pagado la entrada…pero luego pienso ¡qué carajos, es mejor que haberme quedado sin hacer nada. ¡Lo admito! Después de un tiempo las vacaciones me fastidian.

Supongo que no soy lo suficientemente creativa o sociable como para planear unas magnificas vacaciones o porque lo que me gusta hacer no es alocado, ni descontrolado, ni desordenado y creo que para el común de los jóvenes cartageneros y creo que para todos en general (digo, por lo que se ve en películas) las vaciones implican eso y a mi me queda muy difícil, eso no va conmigo. Entonces lo que me queda es un buen libro, una buena compañía, y pensar y pensar y pensar cuando no hago nada. Cosa que puede llegar a ser realmente fastidiosa porque así como pienso en cosas maravillosas y geniales también me armo unos líos mentales sobre las preguntas esenciales de la vida y la filosofía.

En conclusión, pueden que piensen que no soy normal…pero eso de normal es muy variante así que me va y me viene si desde un punto de vista no lo soy. El asunto es que desde mi experiencia, la palabra vacaciones, en serio, es mágica o mejor, es cambiante. Empieza como generadora de perezas, luego pasa a ser recargadora de energías, luego a ser un periodo de vagancias y algunas diversiones, luego a lamentos por plata y luego a ser un completo fastidio tanto, que deseas en algún momento entrar nuevamente a la universidad o a lo que sea que uno se dedique. Esa es mi experiencia y no lo tomen como el completo desastre porque no puedo negar que claro, me divierto, descanso etc. Pero yo estoy segura que esa palabra genera en TI mejores cosas o ¿no?