sábado, diciembre 04, 2004

OCASO...

El vació persigo con mi mirada vaga
Mientras que la mar golpea contra las piedras,
Esas piedras que limitan el mar de mi alma
Pero por donde inevitablemente el agua se cuela

Y la brisa, y la luz; el azul que mi ser venera
Mientras que los pájaros vuelan en una basta esfera
Baten sus alas, y clavan sus picos como tratando
De agarrar a la nada. ¡Más daño hacen sus alas
Que sus picos como espadas afiladas!

Miro y miro, sueño y sueño
Mientras que la brisa se acrecienta pero la luz se esconde
Huyendo a una gruta.
El azul guerrea con el negro y rindiéndose poco a poco
también huye a la gruta donde la luz se oculta.

Entonces el negro con la batalla ganada, comienza su ritual de acaparar a la nada
Se expande y se expande pariendo de sus entrañas una viruela blanca y brillante, precedida por un grano gigante que resulta ser la madre de aquella viruela blanca.