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miércoles, septiembre 12, 2007

LA HIBRIDACIÓN, ¿OTRO DISCURSO DE DOMINACIÓN?: ALGUNAS CONSIDERACIONES PARA TENER EN CUENTA

Hace unos días escuchaba el comentario de un estudiante de la Universidad de Cartagena, que en tono realmente pesimista planteaba que “todo ese cuento de la hibridación y que las clases populares hacen lecturas oblicuas y a veces son cómplices de los contenidos mediáticos y la globalización, no es más que ver las cosas color de rosa, de darle un contentillo a la gente, de acabar con la identidad y homogenizar; En últimas es una nueva forma de mantener oprimidos y alienado al pueblo. Investigar sobre la hibridación entre otros temas no sirve para nada. Siempre estaremos iguales de jodidos”.

Me llamó mucho la atención el comentario, sobretodo después de llevar algún tiempo hablando y discutiendo en clase sobre la hibrides, a tal punto que surgieron en mi una serie de cuestionamientos alrededor de la anterior afirmación. Así que asumí investigar y pensar algunos elementos que me parecen importantes no con el fin de encerrar en categorías de cierto y falso la opinión expresada por aquella persona, sino de abrir unos caminos de discusión que, más que aclarar las cosas o dar soluciones, nos permita caminar en claros oscuros, en respuestas e interrogantes. Sin mayores pretensiones, estas son algunas consideraciones:

Entendiendo por hibridación, “procesos socioculturales en los que estructuras o prácticas discretas, que existían de forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prácticas”[1] lleva a resaltar que dichos procesos no sólo se vienen dando con la globalización. Con la conquista y la colonización, por ejemplo, se dieron procesos de hibridación. El mestizaje, la creolización y el sincretismo entre otros son procesos innegables y la historia de toda cultura se fundamenta de los mismos. Negarlos es negar la cultura misma como espacios de lucha simbólica.

Se podría decir que el término hibridación, relativamente reciente, lo que hace es tratar de abarcar como categoría conceptual los otros procesos antes mencionados, así como otros que no caben en parámetros fijos y que la globalización los hace evidentes y progresivos. Las mezclas musicales, las combinaciones entre moda y objetos religiosos, las mezclas audiovisuales, las hilvanaciones entre lo “viejo” y lo “nuevo” etc. La hibridación es más que un discurso.

Ahora bien, tampoco se puede negar que algunos procesos de hibridación han partido de de la imposición violenta de una cultura sobre otra y que son los más “evidentes”, así como también hay procesos por debajo de la superficie, que se mueven a través de los discursos hasta arraigarse en las practicas culturales, que son casi imperceptibles y sin embargo los de mayor impacto a nivel cultural. Pero no necesariamente la hibridación ha partido de mentes maquiavélicas y malvadas; “la hibridación a veces ocurre de modo no planeado o es el resultado de imprevistos procesos migratorios, turísticos y de intercambio económico o comunicacional (…) surge de la creatividad individual y colectiva”[2]

Hablar de hibridación es por tanto romper con una serie de paradigmas: la identidad unívoca y coherente, limitante y hasta excluyente al moverse dentro de los opuestos y lo “versus”: los dominantes y los donimados, lo hegemónico y lo subalterno, los incultos y los cultos, lo tradicional, lo popular, lo masivo y lo de élite etc. La hibridación y la heterogeneidad nos sitúa en un territorio casi incierto, cambiante y a la vez nos desterritorializa. Las fronteras entre cada una de estas categorías se disuelven.

Los discursos alrededor de la identidad, rescatar la identidad, no acabar con las tradiciones, cuidar el patrimonio etc. Parecen emerger como una forma de enfrentar el miedo que genera el cambio, lo complejo entendido como desorden y la perdida de las categorías “versus”. No valdría la pena preguntarse si ¿no es realmente este discurso de la “identidad” una forma de perpetuar los esquemas de dominación?

La absolutización del modo de entender la identidad se expresa por ejemplo en la concepción de patrimonio y su teatralización en conmemoraciones. Se tiende entonces a plantear una esencia o un ser único de lo que somos, a naturalizar las desigualdades y exclusiones culturales y por tanto a borrar cualquier posibilidad de transformación. La identidad que se defiende, en este caso el patrimonio “auténtico”, muchas veces no es más que una construcción que no representa realmente el papel de las clases populares y sus culturas.

Sin embargo, cuando se es consciente de la complejidad de las identidades y de su relativización, algunas veces se acude al tradicionalismo como “un recurso para sobrellevar las contradicciones contemporáneas (…) se multiplican las tentaciones de retornar a un pasado que imaginamos más tolerable (…) la evocación de los tiempos remotos reinstala en la vida contemporánea arcaísmos que la modernidad había desplazado”[3]

Por otro lado, entender los procesos de hibridación como una mera imposición es, en últimas, una forma de legitimar las concepciones de los “dominados”, lo popular, como lo inculto, los pocos inteligentes y los pobrecitos alienados. Es una forma de tratar al hombre y a la mujer casi como objetos que como sujetos. Si en realidad todo se nos ha impuesto, si estamos alienados y nos están homogenizando como hombres y mujeres en serie ¿por qué aún hay resistencias? si somos conciente de ello ¿por qué no hacemos nada?

Estudiosos como Jesús Martín Barbero, han planteado estudiar la dominación como un proceso comunicativo y ello implica “investigar no sólo las tretas del dominador sino también aquello que el dominado trabajo a favor del dominador, esto es la complicidad de su parte, y la seducción que se produce entre ambos” [4]

Bourdieu por su parte plantea el concepto de reconversión cultural, como aquellas estrategias utilizadas por los grupos dominados para reinvertir sus capitales económicos y simbólicos en los contextos globalizados; como una forma de enfrentar los cambios culturales a través de procesos de apropiación y rediseño.

A pesar de lo anterior, algunos plantean que hay que rescatar la identidad auténtica (singular) de lo popular como una forma de respuesta en contra de los procesos culturales de globalización, como el salvavidas en ese mar de incertidumbres. Se pretende por tanto, que “el pueblo sea rescatado pero no conocido”[5]Sin embargo, para explicar lo popular se necesita estudiar las relaciones con la cultura hegemónica.

Por último es importante realizar una vinculación y a la vez una distinción entre política y cultura (procesos híbridos). La primera se refiere a un plano del accionar y la segunda a un plano de la actuación. Los procesos culturales en sí mismos y de manera autónoma no implican transformaciones en las estructuras materiales de una sociedad.[6]

De allí el llamado que hace Canclini, de una reorganización cultural del poder: “se trata de analizar qué consecuencias políticas tiene pasar de una concepción vertical y bipolar a otra descentrada, multideterminada, de las relaciones sociopolíticas”[7] es empezar a pensar cómo siendo conscientes de la heterogeneidad, las hibridaciones y las diferencias, éstas no se conviertan en base para ahondar la brecha de las desigualdades.

Si bien es cierto que estos aportes académicos no pueden lograr por sí mismos revoluciones materiales de la sociedad, nos permiten conocer y tratar de entender desde distintas miradas el contextos en el que nos movemos, no sólo a nivel descriptivo sino también a nivel de los por qué. Nos plantean mapas nocturnos, en términos de Barbero, por los cuales transitar. Nos permite recordar que la cultura es una construcción_ desconstrucción, y por lo tanto se puede transformar.

Termino entonces con otra afirmación de Canclini, cuyos planteamientos han sido el principal soporte de este escrito y también con el surgimiento de nuevos interrogantes:

“la hibridación como proceso de intersección y transacciones, es lo que hace posible que la multiculturalidad evite lo que tiene de segregación y se convierta en interculturalidad. Las políticas de hibridación servirían para trabajar democráticamente con las divergencias, para que la historia no se reduzca a guerras entre culturas (…) podemos elegir vivir un estado de guerra o un estado en hibridación” [8]
[1]GARCIA CANCLINI, Néstor. Culturas hibridas, estrategias para entrar y salir de la modernidad. editorial Grijalbo. México. 2004. pp. III
[2] Ibidem. PP. V
[3] Ibidem. PP:156
[4] BARBERO, Jesús Martín. Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura. Fondo de cultura económica. 2003. PP. 19
[5] GARCIA CANCLINI, Néstor. Culturas hibridas, estrategias para entrar y salir de la modernidad. editorial Grijalbo. México. 2004. pp.196
[6] Ibidem 326
[7] Ibidem. 323
[8] Ibidem. X

domingo, diciembre 04, 2005

EL PERIODISMO: UN MAR DE DILEMAS ÉTICOS.

El Periodismo se define en los diccionarios generalmente como “cualquier actividad relacionada con la selección, clasificación, y elaboración de la información que se trasmite a través de los medios de comunicación de masas”[1]. Esta definición superficial de periodismo –que lo reduce a un simple proceso de manejo y divulgación masiva de información-es la que comúnmente se enseña en las escuelas y la que por ende se inserta en la vida cotidiana, generando así creencias basadas en un desconocimiento y desvaloración del periodismo, como por ejemplo, la que considera que estudiar y ejercer esta profesión es la cosa más fácil y menos complicada del mundo en relación a otras profesiones.

La anterior creencia, influenciada por la aceptación superficial de lo que implica hablar de periodismo, es una ofensa contra las verdaderas bases de esta actividad, pero sobretodo contra la importancia ético-social de la misma dentro de una sociedad democrática. Partamos entonces de la definición arriba expuesta para analizar más allá de esas palabras y argumentar que, hablar realmente de periodismo es adentrarse a un mar de dilemas y complejidades éticas y por tanto de transformaciones y repercusiones sociales a través del manejo de la información.

La información es considerada un bien público, tanto así que el artículo 20 de la Constitución colombiana establece como un derecho fundamental el dar y recibir información, pero, al contrario de la definición superficial de periodismo, al término información se le agregan las características de veracidad e imparcialidad. Así mismo se expone que los medios de comunicación son libres y tienen responsabilidad social. Lo anterior tiene un fundamento ético, ya que al hablar de “dar y recibir información” a través de medios de comunicación es hablar inmediatamente del otro, de un colectivo, de una sociedad entera y la ética aparece en tanto existe ese otro, ese colectivo y esa sociedad entera; en otras palabras, no se puede hablar del aspecto ético de una actividad si ésta solo se reduce a un individuo.

El periodismo se hace desde una sociedad y para una sociedad. El periodista Ryszard Kapúscínski plantea que el periodismo trabaja con la materia más delicada del mundo: la gente y por tanto “escribir periodismo es una actividad sumamente delicada. Hay que medir las palabras que usamos, porque cada una puede ser interpretada de manera viciosa por los enemigos de esa gente. Desde este punto de vista nuestro criterio ético debe basarse en el respeto a la integridad y la imagen del otro”[2].

Es este criterio ético lo que lleva a que todo y toda periodista tenga como consigna la búsqueda de la verdad, entendida como la “exactitud en la versión del hecho diario”[3]. Para ello debe ser imparcial a través de la verificación y confrontación de distintas fuentes de información para luego a partir de dichas informaciones, darle a entender a los lectores de una manera completa y profunda las distintas aristas que rodean a aquellas situaciones que afectan su comunidad.

Lo anterior, dentro de una democracia, es considerado como un mecanismo de control de los procesos de un Estado, ya que desde el periodismo se genera opinión pública alrededor de las actividades políticas y económicas que afectan a una sociedad, y depende de esta información la reacción o no de la población ante las dinámicas gubernamentales y la participación de la misma en la toma de decisiones. Esto en países como el nuestro no es nada fácil; mostrar la corrupción, la violencia, las matanzas, el engaño y la competencia encarnizada de intereses que benefician a unos pocos y hunden a muchos en la pobreza y el dolor, implica para un periodista ser censurado limitándole así su libertad de expresión y hasta poner en riesgo su vida y la de su familia, de allí que ejercer esta actividad muchas veces se convierta en vivir en medio de dilemas éticos como decidir entre la vida, el trabajo o la obligación con la sociedad de informar la verdad.

Ejercer el periodismo, es convivir no solo en dilemas éticos como el anterior donde la vida está en peligro; ejercer el periodismo es caminar entre dilemas éticos tan “simples” como manejar la variedad de fuentes o quedarse sólo con una versión del hecho; tergiversar la información en “mi” beneficio, el de otro o por el contrario, ser lo más objetivo posible, en el orden de apostarle a múltiples perspectivas, por tanto, a procesos ínter subjetivos; engañar o no para obtener datos; escribir respetuosamente o utilizar términos peyorativos; ganar dinero y ser censurado o vivir obstáculos económicos, pero, informar libremente etc. En otras palabras todo el ejercicio periodístico es un mar de dilemas éticos por sortear.

En estas condiciones, los que estudian y ejercen el periodismo deben ser personas con muy buenos fundamentos éticos, que tengan claro la dimensión humanística de esta profesión y que sepan nadar dentro de ese mar de dilemas éticos implícitos en “cualquier actividad relacionada con la selección, clasificación, y elaboración de la información que se trasmite a través de los medios de comunicación de masas”. Ejercer el periodismo es servir a la comunidad, es construir democracia, es pasar de la reflexión ética a la práctica ética; es vivir una de las profesiones más complicada, peligrosa pero, en palabras de García Márquez, “la más apasionante del mundo”.
Cartagena de Indias, Octubre 2005

[1] Diccionario de la lengua española plus. Editorial Norma.1997
[2] RYSZARD, Kapúscínski. Los cinco sentidos del periodista. Fondo de cultura económica. Fundación nuevo periodismo iberoamericano. Pág. 17
[3] RESTREPO, Javier Darío. El zumbido y el moscardón. Nuevo periodismo. Pág. 51

domingo, marzo 20, 2005

POLÍTICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN: ¿ELEMENTOS AISLADOS O VINCULADOS?

“La comunicación es en sí misma un acto de gobierno”
Antanas Mockus


La política y los medios de comunicación son dos elementos esenciales dentro de toda sociedad. Cada uno de ellos tiene unos objetivos o metas aparentemente desiguales: Mientras que el primero se mueve alrededor del arte de gobernar, la teoría del estado o la doctrina del derecho, el otro se mueve en el arte de manejar la información que es emitida a un pueblo. Si analizamos lo anterior observamos que ambos elementos giran en torno a la sociedad, de allí que a pesar de tener labores diferentes, la política y los medios de comunicación no son elementos independientes: los une su carácter publico y por ende la necesidad de fundamentarse en bases éticas, fundamentación muchas veces olvidada en la práctica.

La anterior afirmación o tesis puede argumentarse dividiéndola en dos partes: primero tomando la relación que se establece entre política y medios debido a su carácter público y luego enlazar dichos argumentos con los que se apoye la necesidad de unas bases éticas.

La política y los medios de comunicación tienen la posibilidad de influir y transformar una sociedad y de este poder son concientes tanto los que ejercen la política como los que manejan los medios de comunicación. Es tanta la conciencia que tienen los mismos de dicho poder que a lo largo de la historia, los gobiernos -no necesariamente totalitarios o dictatoriales como puede fácilmente llegarse a pensar, sino también aquellos democráticos- se han vinculado con los medios de comunicación convirtiéndose estos últimos en aparatos ideológicos del estado, que responden a una serie de intereses particulares, con el fin de mantener un control social donde la principal característica es la desigualdad. En otras palabras son utilizados como mecanismos de dominación y alienación social.

Lo anterior ha sido objeto de estudio de muchos teóricos de la comunicación desde hace algunos años. En el devenir de los años 40, por ejemplo, la escuela de Frankfurt, reflexiona las consecuencias de los medios de comunicación sobre la cultura, planteando que se ha logrado establecer un hilo entre poder y conciencia por medio de los mensajes emitidos por los medios de comunicación masiva. Esta industria cultural, genera entonces fenómenos como el establecimiento de una “pseudo cultura” (término utilizado por Adorno), la destrucción de la formación humanística y racional, pero principalmente la generación de una cultura donde el hombre consume ideologías sin ningún tipo de razón crítica. Estos planteamientos apoyados por Adorno, expresan el paso de la cultura a mercancía y cómo toda expresión cultural puede ser transformada con el fin llenar las expectativas del mercado.

Noam Chomsky, en su libro “El control de nuestras vidas” expone una serie de estudios alrededor de los medios de comunicación y su vinculación con la política. Plantea algunos apuntes históricos sobre la propaganda, la cual fue ampliamente utilizada como mecanismo de dominación desde la primera guerra mundial y las postulaciones de destacados teóricos liberales y figuras de medios, entre ellos Walter Lippman quien sostenía que “ la revolución en el arte de la democracia podía utilizarse para fabricar consenso, es decir, para producir en la población, mediante las nuevas técnicas de la propaganda, la aceptación de algo inicialmente no deseado”[1]

Ahora, tomando un hecho más reciente, el pasado domingo 20 de febrero del presente año salió una publicación en el periódico El Tiempo, donde se informaba acerca de un escándalo por el manejo de los medios en Estados Unidos. El artículo trataba sobre un reportero llamado Jeff Ganon que trabajaba para El talón news service. Las preferencias que tenían por este reportero en la casa blanca, el cual siempre preguntaba sin ningún tipo de dificultades en las ruedas de prensa realizadas en la misma cuando había momentos de tensión entre la prensa y los delegados del gobierno, logrando así desviar la atención, despertó una serie de sospechas entre los demás periodistas y luego de investigar dicha persona se descubrió que no tenía tarjeta profesional, el medio para el que trabajaba no existía y que había sido contratado por el gobierno para desviar la atención en las ruedas de prensa, incluso no se llamaba Jeff Ganon sino James Guckert y es conocido en Internet por una serie de páginas pornográficas en la cuales ofrece sus servicios

“La lógica es clara y sencilla: la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra a el estado totalitario. Ello resulta acertado y conveniente dado que, de nuevo, los intereses públicos escapan a la capacidad de comprensión del rebaño desconcertado”[2]. Lo anterior expresa, como había planteado anteriormente, que inclusive, los Estados democráticos utilizan los medios de comunicación como mecanismos de intervención en la opinión pública. Los ejemplos y estudios anteriormente mencionados son argumentos y muestra sólida de cómo la política y los medios no son elementos aislados.

Ahora bien, lastimosamente esa es la relación predominante que se da entre medios y política, pero es ese tipo de relaciones y el poder que tienen para influir sobre la opinión y el desarrollo público lo que lleva entonces a la necesidad de teorizar seriamente sobre los fundamentos éticos tanto de la política como de los medios y aquí es donde entramos entonces a argumentar el por qué de esa necesidad.

Al hablar de fundamentos éticos nos referimos entonces a aquellos valores que configuran el deber ser de la política y los medios. “Los valores no existen en si. Es la propiedad que adquiere una cosa o una actitud para alguien porque responde a una necesidad”[3], por lo tanto la política y los medios al tener una base social deben responder a las necesidades que esa colectividad posee, y uno de los valores que es indispensable como fundamento ético de estos dos elementos y que a su vez se convierte entonces en otro puente de unión entre ambos es la veracidad tanto de las palabras como de las actitudes.

La veracidad debe ser la base de los medios de comunicación. Lo que ellos informen es lo que penetra y accede con mayor facilidad en la vida social y en la opinión pública. Su deber es “informar sobre lo que sucede (...) debe analizar, criticar y fiscalizar el régimen político. La independencia de la prensa emana de su sentido crítico” [4]

Así mismo en el aspecto político el deber ser también se fundamenta en la veracidad; Los gobiernos como encargados de plantear políticas para lograr un desarrollo colectivo deben ser claros en las mismas, no deben ocultarle nada al pueblo, lo que entonces lleva a que ellos deben asumir un actitud autocrítica consigo mismos. Lastimosamente cuando se escucha actualmente la palabra política la relacionamos inmediatamente con politiquería, corrupción y mentiras y todo ello por la tradición histórica que han establecido los que han estado en el poder que utilizan las mentiras para satisfacer sus necesidades individuales, olvidándose por completo del compromiso ético con la sociedad. Así mismo esto ha sucedido porque como pueblo no hemos exigido que ese deber ser de la política no quede solo en teorías sino que pase a la práctica activa.

Los planteamientos del filósofo alemán Jürgen Habermas, son esenciales para entender cual es ese deber ser tanto de la política y de los medios. La filosofía política de Habermas plantea una relación clave entre política y comunicación a través de su teoría de la acción comunicativa, de la cual se desprende la ética discursiva o comunicativa como fundamento para lograr el desarrollo de la sociedad.

Para este pensador la sociedad existe gracias a la comunicación entre los sujetos a través del lenguaje. Dicha comunicación solo tiene sentido cuando va orientada hacia el entendimiento con el otro, por lo tanto toda comunicación busca en ultima instancia llegar a un acuerdo o consenso. Ésta postura supone un proceso de alternancia y de profunda argumentación, lo primero porque es situándome en la posición del otro, reconociendo al otro, como puedo realizar una verdadera interacción comunicativa y, lo segundo, porque si no existen procesos sólidos de argumentación en los planteamientos de las partes, el proceso comunicativo tendrá serias dificultades, y por lo tanto, será difícil llegar a un acuerdo dentro de un contexto de validez, que posibilite la coordinación social. Los verdaderos actos de habla se basan entonces en la veracidad, a través de ellos se pueden compartir experiencias, establecer consensos y desarrollar discursos en vez de certezas. Por el contrario, la mentira es característica de lo que él denomina acciones estratégicas.

Habermas relaciona sus estudios sobre los actos comunicativos con el papel a que están llamados a desempeñar los medios de comunicación, Afirma que: “los medios de comunicación son reforzadores técnicos de la comunicación lingüística que salvan distancias en el tiempo y en el espacio y multiplican las posibilidades de comunicación que adesan la red de acción comunicativa pero sin desganchar las orientaciones de acción de los plexos del mundo de la vida” [5] Las anteriores anotaciones son un llamado entonces a la práctica de la ética discursiva tanto de la política como de los medios. Habermas entonces establece una relación entre política y medios dentro de un contexto ético que responda a las necesidades de progreso de la sociedad; por lo tanto desde los planteamientos habermasianos la veracidad no es el único fundamento ético de la política y los medios, sino que también entran en los mismos el respeto por la diferencia y por ende el reconocimiento intersubjetivo.

Umberto Eco en un artículo publicado en El Espectador titulado Ser alguien, realiza un análisis sobre el libro de Carniegie “Cómo ganar amigos e influir en las personas”; en el se exponen una serie de formas para hacer que el otro se sienta a gusto con nosotros y haga lo que deseemos como si él fuera quien lo deseara. Concluye Eco que “la idea fundamental de las acciones humanas no es el sexo sino la necesidad de sentirse importantes”[6] y que esta idea de las acciones humanas es en la que se basa la televisión para obtener audiencia ofreciendo la posibilidad de que la gente salga en ella.
Este es un claro ejemplo sobre acciones estratégicas, ya que se usa el lenguaje de manera parasitaria para lograr éxitos individuales, actitud nada ética y que utilizan no solo los medios, sino que es una elemento tradicional de los discursos políticos que buscan implantar en la población la idea de que trabajaran en pro del desarrollo colectivo cuando realmente sus intenciones son otras.

Hace poco en una columna de opinión escrita por Alejandro Palacios para el periódico El Tiempo, titulada ¿Qué les dan en palacio? critica la actitud del vicepresidente Santos ya que este en un foro sobre víctimas del terrorismo afirmó que las críticas que los medios hacen a la actual política de seguridad democrática del gobierno son “injustas, exageradas y se vuelven cajas de resonancia para el terrorismo”[7]; crítica que se ve acrecentada al cuestionar cómo el vicepresidente que durante mucho tiempo fue un periodista puede olvidar los preceptos éticos y el sentido crítico que encierra dicha labor, para entrar a defender las políticas de estado. Sobre la actitud de Santos, el columnista resalta que “el papel de la prensa es el de informar lo que sucede y no sobre lo que le gusta el gobierno”[8].

En este hecho juega un papel importante la veracidad porque no se sabe entonces a quien creerle: a los medios o a la información emitida por el gobierno, y en dicha tensión los que están en el medio son la población que en últimas termina incomunicada y desinformada. No hay ningún tipo de excusa para que uno u otro deba ser menos o mas veraz, ambos como elementos que se unen en su carácter publico están obligados a fundamentarse en la veracidad, es decir que tanto un periodista como un funcionario público deben cumplir con este precepto ético. Lo que sí cabe destacar es que este tipo de hechos, y análisis sobre los mismos, abren las puertas para debates sobre la relación entre política y medios, la fundamentación ética de los mismos y por ende es un llamado a la autocrítica.

Los contenidos del código internacional de ética periodística son muy explícitos sobre la responsabilidad de los periodistas. Estos códigos determinan que aquellos que se desenvuelven en el campo de la comunicación social deben propender por la defensa de los valores universales del humanismo como: la paz, la democracia, los derechos del hombre y el progreso social respetando las diferencias de cada cultura. Además deben participar de las transformaciones sociales que van en orden al desarrollo democrático a través del diálogo y el entendimiento entre los ciudadanos para así cumplir con su compromiso ético ante la sociedad. Este mismo código de ética periodista es también aplicable en el compromiso ético del ejercicio político

Es el tener conciencia de los fundamentos éticos anteriormente planteados que unen a la política y a los medios de comunicación lo que permitirá en ultima instancia la construcción de una cultura ciudadana y por ende de una mejor sociedad. Ejemplos como el de las políticas pedagógicas planteadas por Antanas Mockus en Bogotá, donde a partir de procesos comunicativos (basados en los planteamientos de Habermas) y la colaboración de los medios se buscaba “la generación de sentido de pertenencia a través de la transformación o consolidación de un conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimas que faciliten la convivencia entre desconocidos”[9], permiten observar cómo puede la política y los medios de comunicación unirse para construir una conciencia hacia los valores y las actitudes que beneficien el desarrollo humano y el cumplimiento de las normas por el camino de la autorregulación y mutua regulación personal. De allí que sea pertinente compartir la afirmación de Antanas Mockus sobre que “la comunicación es en sí misma un acto de gobierno”[10]

La responsabilidad ética de la política y los medios de comunicación exigen un acto de valentía, exigen pasar de la ética a la moral, es decir traer a la práctica las teorizaciones o reflexiones sobre el deber ser y hacerlas entonces una vivencia y actuación constante; Aspirar y caminar hacia el horizonte de una mejor sociedad.




[1] CHOMSKY, Noam. El control de nuestras vidas. Editorial Fica. Bogota 2002. pp. 140
[2] Ibidem
[3] HERRÁN, María Teresa y RESTREPO, Javier Darío. Ética para periodistas. Tercer mundo editores. Bogotá 1991
[4] SANTOS, Alejandro. Qué les dan en palacio. Columna de opinión periódico El tiempo. 21 de febrero de 2005
[5] FERNÁNDEZ, Sergio Pablo. Teoría de la acción comunicativa: legado y diferencias en teoría de la comunicación. Septiembre de 1997. facultad de ciencias sociales. Universidad de Chile.
http://rehue.esociales.uchile.cl/publicaiones/moebio/01/frames30.htm
[6] ECO, Umberto. Ser alguien. Columna de opinión de El Espectador. 6 de marzo de 2005
[7] SANTOS, Alejandro. Qué les dan en palacio. Columna de opinión periódico El tiempo. 21 de febrero de 2005

[8] Ibidem
[9] Mockus, Antanas. Comunicación y cultura ciudadana. Revista La Tadeo: comunicación tras la huella de Hermes. 2003
[10] Ibidem

viernes, junio 11, 2004

La Lectura: Un Proceso Nada Simple

El leer no es nada simple , claro si hablamos de una buena lectura en la que se comprende y se genera conocimiento
en la experiencia que tuve con esta lectura considero que fue algo interesante porque le pone a prueba muchas facultades para la comprension de la lectura y ademas el resultado considero que ha sido muy bueno porque aprendi muchisimas cosas, pero sobretodo fue una invitacion para pensar y analizar algunas cosas en relacion con la internet.
entre las dificultades que se presentaron fue el hecho de sacar la ideas principales y secundarias, cuando uno considera que cada una de ellas son altamente importantes, sin embargo lei varias veces el texto y lo analizé para poder sacar las que considere pertinentes.
considero que lo realizado si cumple con los requisitos del programa de comunicación y con los de esta asignatura ya que trate al maximo de comprender y analizar la lectura para luego redactar y expresar mi pensamiento con lógica y sentido, ademas esto se relaciona con la asignatura no solo por lo anterior sino porque el tema estudiado es la herramienta principal de todas las actividades realizadas en la clase.

domingo, mayo 16, 2004

El Conocimiento, La Razón y El Emocionar, ¿Qué hay de esto en la Comunicación?

El observador en su observar, lo que busca es realizar una serie de distinciones como si la existencia de aquello fuese independiente a el. Pero estas distinciones el observador en su observar, las realiza dentro de su vivir , por lo tanto no tiene sentido entender el observador en el observar si no se es conciente que es el vivir y el lenguaje, el fundamento no trivial, en el que el hombre se vuelve sustantivo y acción observador-observar).
En este proceso de observador-observar se busca obtener una explicación de lo que se observa, pero para dar una explicación, primero se debe comprometer con el interrogante o cuestionamiento que ha establecido y que le define la explicación. si no hay compromiso, ni aceptación no hay reflexión y por lo tanto no hay pregunta, porque la pregunta es pregunta cuando trae consigo la necesidad de compromiso y por consiguiente de una explicación, si no es así, entonces damos por hecho lo observado como algo en si, como algo intrínseco.

Entendiendo por explicación “un mecanismo generativo propuesto para dar origen a una cierta experiencia aceptada por un observador según un criterio que el observador pone”1
Es decir la explicación es la formulación de un proceso que el observador acepta teniendo en cuenta unos criterios o parámetros que el mismo coloca.
Las explicaciones a su vez, generan deducciones, que si son comprobadas en la practica del vivir se les pude denominar como una explicación científica. Pero en estas los criterios o parámetros en los cuales el observador enmarca su observación tienen que ser explícitos.
Maturana plantea que “el criterio de validación de las explicaciones científicas consiste en la satisfacción coherente de cuatro necesidades:
La descripción de la experiencia a explicar, la proposición de un mecanismo generativo, la deducción de otras experiencias y el realizar las experiencias deducidas.”2

La formulación de un criterio de validación no implica un fundamento sobre lo real, es decir no se puede distinguir entre la ilusión y la percepción, de allí que Maturana también plantee que “las explicaciones científicas no tiene que ver con lo real, tienen que ver con la experiencia del observador”3 es decir una explicación científica, es en cuanto a el observador y a la practica de este en el vivir, a sus experiencias, por lo tanto si se interfiere con el vivir se termina el observar y si se influye o se altera el vivir, se altera el observar.
Es en esa alteración del vivir, donde se descubre de manera mas explicita que el hombre no puede distinguir entre la ilusión y la percepción solo con la aceptación de un modelo generativo; es en la practica del vivir del hombre, cuando el modelo generativo aceptado entra en contraposición con otra experiencia tomada como valida, donde se puede diferenciar la ilusión de la percepción , “de modo que una ilusión es una experiencia vivida como valida pero desvalorizada después en función a otra experiencia contradictoria que uno acepta como valida”4
Lo anterior implica que todo lo observado hace referencia a nuestras experiencias, que nada es independiente de esta, ni puede tener validez por fuera de mi vivir, si eso es así, cabe preguntarse entonces ¿qué es la objetividad?

Maturana plantea una objetividad entre paréntesis y una objetividad sin paréntesis. La primera hace referencia a lo anteriormente planteado, es decir, a la “imposibilidad de tener acceso a una realidad o verdad independiente de mi para validar mi explicar”5
Esto implica que existen diversas realidades como sujetos, ya que son estos quienes validan su explicar a partir de la experiencia (dominios explicativos), de allí parte que, conocer significa tener una conducta adecuada o una explicación adecuada de acuerdo a un dominio explicativo o cognitivo, aspecto que se ratifica aun mas cuando en las relaciones interpersonales los otros aceptan mi explicación como valida dentro del dominio estipulado.
La otra objetividad es la objetividad sin paréntesis, cuyo fundamento es la imposición de un solo dominio explicativo como valido, desmeritando a los demás, es decir, solo existe una realidad, por lo tanto uno es objetivo “cuando quiere que el otro haga lo que uno quiere”6 .
Es este ultimo concepto de objetividad el que generalmente manejamos, pero ¿qué pasa con el emocionar en relación con la objetividad? Aquí es donde entra en conflicto la razón y la emoción.

Las emociones no tienen razones, aunque se intenten explicar y dominar por medio de la racionalidad; por el contrario, las razones si tienen emociones; es decir toda explicación racional tiene un fundamento u origen en el emocionar.

En el emocionar no se puede hablar de objetividad, porque en el emocionar se le da primacía a la relación y nos importan los fundamentos del otro, por lo tanto las relaciones se basan en ínter subjetividades (o objetividades con paréntesis) lo que lleva a que se realice un proceso dinámico de colocarse en el lugar del otro sin olvidar el mío.
Si esto es así, la ética no tiene fundamentos racionales, porque esta gira en torno a la preocupación por el otro. “consiste en ver a el otro como legitimo otro en convivencia con uno”7
Las preocupaciones éticas del ahora son el resultado de todo un transcurrir histórico de variaciones de linajes y procesos sistémicos, el cual se Interrelaciona el hombre con el medio y cambia de manera conjunta. Transcurrir histórico que ha existido y se ha propulsado a través del lenguaje como esencia del hombre y de su convivir.

Maturana expone en relación con la ética y la sociedad, que el hombre es un animal amoroso y que es la emoción del amor la que funda la sociedad.
“somos animales amorosos, porque somos como el resultado de una historia de conservación, de la expansión de la infancia neotenia”8
entendiendo por neotenia, el conjunto de características infantiles que tenemos a lo largo de la vida, incluyendo las relaciones amorosas de tipo maternal.
El amor es el que nos permite que tengamos preocupaciones éticas, las cuales no son independientes del contexto social en el cual surgen. El amor también implica la ampliación de la inteligencia, ya que este posibilita la adquisición de confianza y por lo tanto se mire mas allá de las limitaciones, buscando siempre la interrelación o colaboración con el otro y a la vez conmigo mismo, basados en el respeto y en el placer de hacer las cosas, lejos de cualquier obligación social.

En líneas anteriores se mencionaba que las preocupaciones éticas del ahora son el resultado de todo un transcurrir histórico de variaciones de linajes y procesos sistémicos, el cual se Interrelaciona el hombre con el medio y cambia de manera conjunta; permitiendole a el hombre ser participe de su propia transformación y construcción de sus realidades y preocupaciones éticas.

Si analizamos el mundo actual, observamos que existen un serie de conductas por parte de los individuos, muy alejadas de lo que implica la ética, y por consiguiente del amor. Generalmente las interacciones sociales no se fundamentan en esta emoción (el amor) sino en el mercado y la competencia encarnizada. Estas actitudes han llevado a la fomentación de una cultura económica dominante y materialista, lejos de una mas humana y amorosa.

Si se quiere aprovechar la capacidad anteriormente mencionada, del hombre como sujeto dinámico en la construcción de su realidad, podemos empezar a construir y fomentar una cultura ética en “el futuro de la sociedad” LOS NIÑOS, creando escenarios en los cuales el amor, el respeto, la colaboración... sean los contextos de socialización para los estos en pro de unas nuevas conductas ecológicas, sociales, políticas...
Si esto se logra, los niños podrán escuchar y a la vez dialogar de manera espontánea sobre aspectos éticos; el mejoramiento de estos escenarios a lo largo del transcurrir histórico y la conservación del mismo conllevaran a un nuevo linaje ético.

Lo anterior no solo debe darse a nivel familiar y de la escuela, también debe reforzarse con otros aspectos. Aquí es donde entra el papel de los medios de comunicación.

Como es conocido, los medios de comunicación tienen un gran impacto sobre la sociedad hoy en día, especialmente con los niños y los jóvenes, los cuales tienen una mayor relación con la televisión y el Internet.

Las principales funciones de los medios de comunicación se resumen en “informar, formar y entretener” tomando específicamente la función de formar, los medios de comunicación son orientadores de la opinión publica y capaces de promover modelos de comportamiento que generalmente son acordes a la sociedad de consumo.
Si aprovechamos este poder para formar y promover modelos basados en una cultura ética, seria una base fundamental en el proceso de construcción ética; pero el hablar de cultura ética implica ,a su vez, un desafió hacia los medios de comunicación mismos, ya que seria enfocar y virar la utilización de estos en contraposición a el poder capitalista deshumanizado, que en ultima instancia tiene gran influencia en los ellos, a nivel de sostenimiento económico y por ende en el manejo de la información, la cual se maneja en torno a una objetividad sin paréntesis, hablando en términos de Maturana.

A pesar que con el vertiginoso proceso de globalización se derrumban no solo las fronteras en términos físicos, sino también sociales y culturales, permitiendo así la multiculturalidad, lo que se evidencias es que aun se permanece con la concentración de poderes en manos de unos pocos, imponiendo su cultura, en detrimento de la mayoría de las demás naciones; y esta imposición en parte ha sido propulsada por los medios de comunicación.

La labor de los nuevos comunicadores sociales, principalmente de aquellos que surgen en las naciones mayoritariamente afectadas por los desequilibrios de la globalización, es la de comenzar a gestar una cultura mas ética, basada en el amor, la tolerancia, la colaboración y el respeto por la verdadera multiculturalidad, lo que implica no solo el cambiar nuestros paradigmas de objetividad, por el de objetividad sin paréntesis, sino además un cambio en las practicas democráticas, respetando la diferencia, fomentando la participación del individuo y la colectividad, tomando el conflicto como escenario de aprendizaje y por consiguiente construyendo un nuevo ciudadano.

1.Maturana, Humberto y otros. Bioética: la calidad de vida en el siglo XXI. colección de vida y ethos No1. Pág. 118. Bogota. 1995
2.Ibidem, Pág. 119,120
3.Ibidem. Pág. 121
4.Ibidem. Pág. 122
5.Ibidem. Pág. 123
6.Ibidem. Pág. 126
7.Ibidem. Pág. 159
8.Ibidem. Pág. 149



jueves, mayo 06, 2004

¿QUE IMPLICA EL HABLAR DE FILOSOFÍA?; ¿ COMO ES LA EDUCACIÓN COLOMBIANA EN RELACIÓN CON LA FILOSOFÍA?

En el siguiente documento, mas que ser un escrito o ensayo, lo que quiero compartir son una serie de puntos, pautas o consideraciones que después de un rastreo conceptual he organizado en relación a lo que implica el hablar de filosofía y cómo es la educación en Colombia tomando como base la filosofía. Con esto no solo muestro cual es mi opinión en relación al tema, sino que dejo un espacio abierto para que el lector opine alrededor del mismo

QUE IMPLICA HABLAR DE FILOSOFÍA:

*Capacidad de asombro: “lo único que se necesita para ser un buen filosofo es la capacidad de asombrarse ( Jostein Gaarder, El mundo de sofia)

*Importancia de la pregunta en la filosofía: propulsora de pensamiento( critica y análisis de la realidad)
*Lonergan plantea que gracias a la capacidad que posee el hombre de preguntar, le permitió el paso de la animalidad a la racionalidad, es decir plantea la pregunta como una posibilidad de humanización.
*La pregunta brinda respuestas no soluciones
*Las preguntas surgen de la realidad.

*La filosofía es un camino hacia la sabiduría como horizonte.
*Estanislao Zuleta:
“Entiendo por filosofía la posibilidad de pensar, de hacer preguntas, de ver contradicciones.
Asumo el concepto de filosofía en un sentido muy amplio, en el sentido griego de amor a la sabiduría.
Es un filosofo una persona que quiere saber, el hombre que aspira a que el saber sea la realización de su ser........”

*Ahora si cabe plantearse la pregunta si la educación en Colombia esta enmarcada en la filosofía.
*Concepción que tenemos de lo que es aprender:
*Características de la sociedad actual ( era de la información)
*Aprendizaje como proceso de transmisión de información

*Fernado Savater en su libro preguntas de la vida realiza una estratificación del entendimiento en tres niveles:
Información: que nos presenta los hechos y los mecanismos primarios de lo que sucede
El conocimiento: reflexiona la información recibida y busca principios para ordenarla
La sabiduría: que vincula el conocimiento con las opciones vitales, intentando establecer como vivir mejor de acuerdo a lo que sabemos.
*La filosofía maneja el conocimiento y la sabiduría, por el contrario nosotros manejamos el primer nivel, el de la información.

* En nuestros sistemas educativos una persona aprende o sabe cuando es capaz de almacenar grandes cantidades de información; en las escuelas este tipo de enseñanza se ve a diario; a el estudiante se le transmite una información ya establecida y no se le invita a criticarla, analizarla o reevaluarla. Nos ahorran la angustia de pensar.

*Para Estanislo Zuleta una educación filosófica podríamos basarla en los criterios del racionalismo expuestos por kant que son :
*Pensar por si mismo
*Ser capaz de ponerse en el punto de vista del otro
*Llevar las verdades ya conquistadas hasta sus ultimas consecuencias.

*Relacionando este planteamiento con el sistema educativo Colombiano, podemos establecer las siguientes falencias:
*Imposición de cultura de conformidad, miedo de pensar por si solos, olvido de nuestra capacidad de transformación
*Consideración de la diversidad de cultura y de pensamiento como un problema; la escuela utilizada como herramienta de homogenización cultural; *No respeto al pensamiento del otro, no sabemos dialogar ni aceptar errores.

*Dos profesores norteamericanos Herbert Ginti y Samuel Bowles en su libro la instrucción escolar en América capitalista sostienen:
“ para el sistema capitalista es necesario formar no solamente un conjunto de individuos con determinados conocimientos, sino también con una determinada actitud, que es básicamente la renuncia a toda iniciativa”
*Formación de estudiantes para intervenir en distintas formas de trabajo productivo en los diversos sectores de la economía.
*Se enseñan cosas que no despiertan el interés o se relaciones con las expectativas personales. Se compite por una nota, se estudia por miedo a perder el año o el semestre.

viernes, abril 23, 2004

Gabriel García Márquez y su vocación como escritor.

Este escrito ha sido realizado con el fin de argumentar un aspecto que subyace en el pensamiento de Gabriel García Márquez y que expresa en su obra mas reciente” Vivir para Contarla”, y es el hecho de que considere que su labor como escritor es producto de una vocación innata o de origen predestinado.

Cuando hablamos de predestinación, generalmente nos remitimos a aspectos Cristianos y la identifiquemos como aquella creencia que plantea, que el eterno destino de una persona viene predeterminado por la inalterable ley de Dios.
Es importante realizar la aclaración, que en este escrito abordaremos la Predestinación, como la existencia de un destino lejos de aspectos religiosos.

Son diversas las expresiones lanzadas por Gabriel García Márquez, principalmente en los tres primeros capítulos en los cuales narra aspectos de
Su niñez , los cuales tomare como bases o argumentos para darle validez a la
Tesis inicialmente planteada.

Cuando nos narra en la obra acerca del drama vivido por su abuelo en
Barrancas, que obligo a la familia a mudarse a la población de Aracataca,
Escribe lo siguiente: “Fue el primer caso de la vida real que me revolvió los instintos de escritor y aun no he podido conjurarlo”(1)

La frase resaltada expresa una disposición natural e interior en Gabriel García
Márquez, relacionada con el hecho de ser escritor, es decir, que era algo que ya Se encontraba anidado en su ser.

Otras expresiones en la obra un poco mas implícitas en relación con el tema
tratado, tienen un alto valor significativo para lo que he planteado, por ejemplo:

*En relación a su recuerdo acerca de su cuna, su mameluco de flores y
sus pañales embarrados de caca, deduce “......que no se trataba de un
prejuicio de higiene sino de una contrariedad estética, y por la forma como
perdura en mi memoria creo que fue mi primera vivencia de escritor” 2

*El relato acerca de su capacidad cuando niño de hacer la vida cotidiana
más fantástica y atractiva , Gabriel García Márquez lo interpreta y visualiza
como “......técnicas rudimentarias de narrador en ciernes para hacer la
realidad más divertida y comprensible.” 3

*La narración de la muerte del Belga y la expresión lanzada por el con
relación a este hecho de su niñez “ El Belga ya no volverá a jugar ajedrez”
la cual considera como “...... mi primer éxito literario” 4

*El recuerdo de la muerte de su abuelo, en el cual describe sus Sentimientos, también expresa que “...... en ese momento era ya un escritor en escuela primaria al que solo le faltaba aprender a escribir” 5

todas las citas anteriores llegan a un solo punto y sacan a flote el pensamiento de Gabriel García Márquez. Se puede observar que las
afirmaciones que hace Gabriel garcía sobre si mismo, son el resultado de
una auto análisis en el cual relaciona estrechamente situaciones de su
niñez con su labor de escritor dentro de un marco o un ambiente cargado
de creencias que tienden a la predestinación.


Es factible que muchos lectores tiendan a confundirse en relación con este
Aspecto e incluso no hayan llegado a percatarse del mismo, debido al
amplio y profundo Contexto familiar en el que se desarrolla la obra
específicamente en los primeros capítulos y en los cuales demuestra su
labor de escritor como resultado de algo predestinado.

“ no puedo imaginarme un medio familiar mas propicio para mi vocación que
aquella casa lunática, en especial por el carácter de las numerosas mujeres
que me criaron” 6

Expresiones como la anterior a primera vista puede llegar a confundir a el
Lector, pues pensará que fue la familia la que forjo su labor como
escritor. Pero si analizamos con mayor profundidad podemos observar que
ayuda a ratificar la tesis planteada, porque el escritor lo que hace en la
misma, es tomar a el medio familiar como un propulsor o catalizador de su
vocación innata de escritor.

En conclusión, Gabriel García Márquez muestra en la obra vivir para
contarla, una clara creencia en su labor de escritor como vocación innata o
predestinada; todo lo anterior lo expone principalmente en relación con
hechos o situaciones de su infancia y toma su medio familiar como un
aspecto importante para que esa tendencia natural hacia la escritura ejercida como profesión se desarrolle.

1 .MARQUEZ GARCIA. Gabriel. Vivir para contarla.
Editorial Norma. Bogotá. 2002. Pág. 50
2 . Ibidem. Pág. 46
3 . Ibidem Pág. 104
4 . Ibidem Pág. 115
5 . Ibidem Pág. 121
6 . Ibidem. Pág. 103



miércoles, abril 14, 2004

EL CONSTRUCTIVISMO RADICAL, LA COMUNICACIÓN Y LA DEMOCRATIZACION.

“La realidad de la que
podemos hablar
Jamás es la realidad en sí,
Sino una realidad sabida
O incluso, en muchos casos,
una realidad configurada
por nosotros mismos”.
Heisenberg



¿Qué es el mundo y cómo lo observamos y analizamos? Esta pregunta ha sido planteada por el hombre a lo largo de la historia y es esta misma pregunta la que impulsa el desarrollo de las ciencias como “conocimiento objetivo de la realidad”.

Es muy común, y podría decirse que es una constante en el estudio de la realidad, el hecho que realicemos distinciones en la misma, es decir que la fragmentemos para poder observarla. El biólogo Francisco Varela realiza una serie de planteamientos interesantes en relación con el mundo, la realidad, el expone que “con este protoacto de la división separamos aspectos a los que luego tenemos por el mundo mismo” , Pero esta idea no muere allí luego plantea “ sin embargo esas distinciones crean, por una parte, nuestro mundo, pero, por la otra. Destapan precisamente eso, es decir, las distinciones que nosotros hacemos”
Lo anterior expone explícitamente dos aspectos importantes, primero, que lo que se considera como “la realidad” es solo una parte de la misma- producto de este proceso de distinciones que realizamos para su estudio- y segundo, la realidad como construcción del hombre, como el hombre mismo.
Por lo tanto el observador juega un papel fundamental en el estudio de la realidad, porque es este a partir de sus las distinciones como construye la misma, lo que implica que el análisis del resultado de un estudio cualquiera de la realidad, implícitamente lo que muestra es el pensamiento del sujeto mismo, muestra a el sujeto mismo, pero nosotros generalmente no solo realizamos distinciones de la realidad, sino que también el sujeto se incluye en ese proceso de distinción, es decir, el mundo es algo aparte del sujeto y su estudio implica salirse del mismo para poder analizar lo que nos tiene que mostrar y nosotros captar. Según esta idea hablaríamos de una realidad universal y completamente objetiva. Lo que en palabras de Maturana denomina la “objetividad sin paréntesis” es decir la existencia de verdades absolutas y universales, y para los positivistas, lo que ellos consideran como el principal objetivo de las ciencias, la búsqueda de verdades absolutas en el proceso de observación y aprehensión de una realidad distinta a nosotros y completamente acabada.

Ahora recordemos la idea de el mundo como construcción del hombre, base del constructivismo radical, esta idea trae consigo la concepción de “realidades” es decir, si esta es una construcción del sujeto, por lo tanto existirán muchas realidades, así como sujetos, pero, es importante establecer una distinción entre percepción y atribución de sentido para analizar de donde surgen estas realidades.
Cuando hablamos de percepción es de todo aquello que nos trasmiten los órganos de los sentidos, es decir la realidad sensorial, que para todos es la misma, porque observamos el mismo hecho, pero el hombre no solo se queda allí, por el contrario empieza a analizar ese hecho, a atribuirle sentido al por que de ese hecho, allí es donde entra la variedad de perspectivas y posiciones que se tomaran acerca del mismo, allí es donde surgen las distintas realidades. En conclusión estas realidades surgen a partir de las diferentes atribuciones de sentido que realizamos acerca de una misma percepción.
Teniendo en cuenta la anterior distinción, se puede establecer la siguiente relación:
para los positivistas, no existen realidades, si no una realidad completamente absoluta, además ellos consideran que si percibimos lo mismo necesariamente debemos darle todos el mismo sentido, pero sobretodo que el hombre no construye esa realidad, sino que esta ya esta preconcebida, el observador solo juega un papel de descubridor y aceptación pasiva de esa realidad. Ellos le dan mayor importancia a el plano de la percepción o como los constructivistas denominan la “realidad de primer orden”
Por el contrario el pensamiento postpositivista, plantea como existen diversas perspectivas para ver un mismo hecho, y por consiguiente como no una realidad absoluta o universal, sino varias realidades completamente validas si entendemos la perspectiva desde la cual se enfoco dicho hecho. Este aspecto correspondiente a la atribución de sentido, es lo que los constructivista denominan “realidad de segundo orden”

Edgar Morin, también guarda una relación con el pensamiento postpositivista. En sus planteamientos acerca del paradigma de la complejidad, da una serie de características que permiten entender la importancia de lo complejo, plantea como las distinciones y disyunciones permanentes que hacemos del mundo, imposibilitan un conocimiento mas profundo del mismo, de allí la importancia de no desconocer en el proceso de distinción que en realidad todo es ampliamente complejo y que lo elemental o simple encierra complejidad, todo esta compuesto por otros elementos y esos elementos por otros elementos y así sucesivamente. Además de eso plantea la importancia de no separar a el objeto de su contexto, de verlo como un sistema, de la contradicción como posibilidad de conocimiento y la no separación del objeto de su observador, es decir como un mismo hecho, puede ser concebido de diversas formas por diversos observadores.

Maturana nos habla acerca de una objetividad con paréntesis, en la cual expone las variedad de interpretaciones y realidades que existen, y por consiguientes de ínter subjetividades y no de una objetividad absoluta, agregándole un enfoque emocional a su planteamiento.






Ahora realicemos una Inter.-relación de lo anteriormente descrito en relación con los procesos comunicativos y la democratización de los mismos, partiendo o tomando como punto de análisis los planteamientos de el constructivismo radical.

El hablar de comunicación según el punto de partida que hemos escogido, implica el hablar de un proceso de intercambio de información, pero lo mas importante de intercambio de posiciones entre los sujetos que intervienen en dicho proceso. Lo que pretendo explicar es como la comunicación no solo implica un aspecto informacional, sino que enmarca la necesidad de ser concientes de la existencia de diversas realidades diferentes a la nuestra, y que por consiguiente si quiero hacer del proceso comunicativo un verdadero acto de comunicación, me veo en la necesidad de colocarme en el lugar del otro para poder analizar y comprender su realidad, mas sin embargo eso no implica que yo me salga completamente de mi realidad o que renuncie a ella.
Este acto de posicionarme en la realidad de otro, es hablar a su vez de democratización, donde la aceptación de la multiplicidad de realidades y perspectivas como posibilidad de interacción y convivencia, es lo que en realidad conlleva a que yo quiera comunicar algo al otro, a que el otro conozca mi realidad, mi pensamiento, mi perspectiva y en algunos casos generar un cambio en la perspectiva de el.

Desde este sentido, el proceso de la comunicación es democrático, solo cuando reconozco la existencia de diversas realidades y me pongo en el lugar del otro para interpretar su realidad, lo que implica que la comunicación es un proceso en el cual no solo me comunico con mi realidad, con mi yo, sino que me traslado a la del otro, y así mismo, lo hace el otro sujeto, es decir que somos cuatro los que intervenimos en el proceso, yo conmigo mismo y con el otro, el consigo mismo y conmigo.

La comunicación entonces, genera democratización y su vez la democratización permite una buena comunicación y esto posibilita la creación de una nueva perspectiva respecto a nuestro diario vivir, genera una cultura mas humana, mas tolerante y mas respetuosa; las relaciones de convivencia serian mas armónicas, es decir la interrelación entre comunicación y democratización crea una nuevo paradigma para entender el mundo, generar cultura ciudadana y enfocarnos hacia un nuevo horizonte de la paz y la equidad, no entendida como homogenización, igualdad o pasividad, sino como heterogeneidad, diferencia y confrontación democrática de nuestras realidades, el conflicto como posibilidad de paz.